¿Cómo imprimir las fotos con calidad?
Ahora disponemos de numerosas formas para visualizar nuestras fotos: Desde el ordenador, en marcos digitales, en nuestra propia TV… pero indudablemente las fotografías sobre papel, como toda la vida, son las preferidas por la mayoría. Para tener tus fotos digitales en papel hay 2 opciones: Encargas su revelado a una empresa profesional, o bien las imprimes tu mismo en casa. Si te animas por esta segunda opción, te vamos a dar unas pautas para sacar la máxima calidad de tus instantáneas.
Óptima resolución.
Para obtener una buena impresión debes de tener la resolución adecuada y esto solo lo puedes lograr configurando tu cámara antes de disparar. La calidad de una impresión digital debe de tener una resolución de entre 250 y 300 pixels por pulgada. Si deseas una foto de 10×15 cm necesitarás que tenga un tamaño entre 1000×1500 pixels y 1200×1800 pixels, por lo que te aconsejo que dispares a la máxima resolución y con la mayor calidad que tu cámara permita. Si vas a reencuadrar posteriormente tu foto usando una herramienta de recorte, ten en cuenta que la resolución de tu imagen de será menor que la máxima que puede usar tu cámara, por lo que te puede interesar apurar al máximo el zoom al disparar antes que recortar la parte deseada. Usa siempre el zoom óptico nunca el digital.
Aspecto 3:2 ó 4:3.
En la fotografía tradicional la relación entre el ancho y el largo de las fotos era de 3:2. En cambio, en la fotografía digital, la relación de aspecto más habitual es 4:3, una relación mucho más cuadrada. Es importante a la hora de tomar la foto y, sobre todo, de preparar la imagen para la impresión elegir correctamente la relación de aspecto. Piensa que por un lado, el ojo está acostumbrado a ver las fotos en formato 3:2 pero por otro, los marcos y portafotos suelen estar preparados para formatos de fotos de 4:3.
Calibra tu monitor.
Antes que de la impresión tus fotos las visualizas en el monitor de tu ordenador. A menudo, se realizan ajustes de brillo, contraste, en la gama tonal etc, hasta que en el monitor obtenemos la imagen que queremos imprimir. Es fundamentall tener calibrado el monitor en lo que a temperatura de color y brillo se refiere para que lo que saque la impresora se corresponda al máximo con lo que se ves en el monitor. Utiliza programas como Adobe Gamma para tener perfectamente calibrado tu monitor.
El formato adecuado.
El formato TIFF es el más adecuado para esta cuestión, guarda siempre las imágenes en este formato a pesar de que es un poco más grande que los otros, también es el más confiable. El formato JPEG es preferible para enviar fotos por correo electrónico.
Algún retoque.
Un poco de retoque nunca viene mal: Utiliza un programa de edición de imágenes (como Adobe Photoshop) para borrar las molestas marcas y partículas de polvo en las fotos. También puedes utilizar filtros, por ejemplo para mejorar los bordes de la impresión.
Dilemas sobre los DPI.
Necesitarás una impresora con un mínimo de calidad, por lo menos cuatro colores y 600 x 600 dpi (puntos por pulgada). De lo contrario, las fotos pueden salir pixeladas (los objetos tendrán los bordes dentados)
Configura el controlador.
Asegúrate que tienes instalada la última versión del controlador de tu impresora. Configura las preferencias en la calidad de impresión más alta. Prueba todas las opciones que te ofrece el controlador de la impresora, ya que a veces encontrarás variables, como las configuraciones de color avanzadas, que mejorarán las impresiones.
Configura la resolución.
Si utilizas una resolución de 240 a 300 dpi es una te asegurará obtener fotos con la más alta calidad
Pruebas de papel.
Asegúrate que utilizas el ajuste adecuado para el papel concreto que has cargado. Haz algunas pruebas y cuando encuentres un ajuste que mejor funciona para un tipo de papel, anota la configuración para poder obtener los mismos resultados cuando utilices ese papel nuevamente.
Limpia y ajusta.
Ejecuta la función limpiadora de la impresora periódicamente para obtener la máxima eficiencia de la impresora y también la función de alineación de los cabezales.
Selección del papel.
El papel común para fotocopiadoras no es el más óptimo para las fotografías. Tendrás los mejores resultados si utilizas un papel fotográfico. Asegúrate de probar una variedad de tipos de papel antes de comprar grandes cantidades.
Tiempo de secado.
Antes de manipular tus impresiones, asegúrate de darle tiempo suficiente para que se seque. Si la foto va a entrar en contacto con cualquier otro material, tal como el vidrio de un marco, es conveniente dejar que la impresión se seque por alrededor de 24 horas. Si vas a imprimir múltiples copias de fotos, es una buena idea sacar las fotos de la impresora a medida que salen y separarlas. Esto evitará cualquier borrón o corrimiento accidental.